martes, 15 de noviembre de 2011

Ley Blattman. ¿Errar es de humanos o la deuda es de marranos?

“Ley de supresión del apremio corporal Por Obligaciones Patrimoniales” o Ley Blattman. Dispone que cuando una persona a cometido un delito y ha ocasionado un daño económico a la víctima esta no puede permanecer bajo condena de privación de libertad luego de haber cumplido el plazo de sanción aunque el daño ocasionado no haya sido pagado o resarcido. Ley contraria a la antigua normatividad en la que una persona que hubiera ocasionado un daño económico a otra, por un delito, no podía quedar en libertad mientras no repare el daño económico ocasionado aunque ya hubiera cumplido la sanción de privación de libertad.

Esta ley va conjuntamente con la Ley de Fianza Juratoria en la que el acusado tiene que prometer que resarcirá el daño económico.


Errar es de Humanos

Según la Ley Blattman dispone, se está suavizando la severidad con la cual antes se castigaba a deudores morosos. La lógica era buena: ¿Cómo va a poder pagar una deuda una persona que, en prisión, no puede producir dinero para cubrir el daño económico que ocasionó? Muy humano sin duda pero estamos saliéndonos de contexto moral. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué hace una persona debiéndole dinero a otro individuo similar a a una entidad financiera? ¿No es acaso un símbolo de negligencia? ¿Acaso estamos cerrando los ojos ante la posibilidad de que ese individuo, malintencionadamente, haya adquirido un préstamo sin importarle la devolución del mismo? ¿Acaso ese individuo no ha cometido un error imperdonanble, que consiste en fallarle a la sociedad, ya sea por negligencia o por mala fé? ¿Es relevante la intención en este tipo de contemplaciones?




La Deuda es de Marranos


Así lo interpretan las entidades financieras y los prestamistas que tengan dos dedos de frente, ya que la Ley Blattman permitió que varios estafadores salgan libres a las calles a vender saliva mal oliente y de mala leche. Luego de la Ley Blattman, todo préstamo se ha complicado al punto de que muchos individuos emprendedores no cuentan con apoyo financiero para comenzar a marchar en su camino hacia el éxito. Por otra parte, también se ha reducido el riesgo que implica que un individuo o entidad financiera presten dinero a otro que, si no paga, ni siquiera va a ir preso hasta que pague su deuda y no tendrá ningún tipo de presión externa para pagar lo que debe. ¿Adónde estamos yendo con esto? Ahora, los requisitos para sacar un préstamo de un banco han aumentado, uno necesita garantías, trabajar en planilla por un año o más, referencias personales, ver si está en Central de Riesgo, sueldo mínimo de 3,200 bolivianos que, comparado con el sueldo mínimo actual, llega a ser casi el triple de este. Es cuestión de principios, cuando uno se presta dinero, corre el riesgo de no poder devolverlo, pero ese es un riesgo individual y el sistema no debería, de ninguna manera, engreír a este tipo de individuos que, si no podían devolver el dinero, pues nunca debieron prestárselo. Sin duda esta polémica ley es uno de los aspectos legales que más están truncando el desarrollo de los individuos que desean emprender un negocio. Y luego nos preguntamos por qué los gremialistas están ganando más que los empresarios. Antes de preguntarnos adónde vamos, deberíamos preguntarnos de dónde estamos partiendo. ¿No les parece?

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