martes, 15 de noviembre de 2011

Hombres Anuncio y Trolls Saboteadores

La creatividad siempre corre riesgo cuando pasa de ser virtud... a facultad de la demencia. El código de honor del Marketing siempre ha caminado a través de la delgada cuerda que divide los límites de lo ético con lo anti-ético, lo humano con lo sobrehumano, la verdad con la ficción. Hoy "En Boga" les presento a dos ideas puestas en práctica en la actualidad: Los Hombres Anuncio y los Trolls.


Los Hombres Anuncio

Los "Hombres Anuncio" son personas que, a cambio de un sueldo, se cuelgan un cartel publicitario en la espalda que les cubre casi todo el cuerpo y se paran en puntos estratégicos para hacer el trabajo de un cartel publicitario. Lo novedoso de esto es que el soporte del cartel es un ser humano y además es un cartel móvil que bien podría ser además un cartel parlante.



Como soy una persona analítica, me encantan las paradojas y esta vez planteo la siguiente: ¿Es ésto una innovación del Marketing o una degradación del ser humano puesto como objeto en un lugar público? Dejo a ustedes la respuesta, pero sin duda esta locura es interesante y podría ayudar a generar más ideas nuevas.




Trolls 

Todos sabemos que, más que una ciencia que sigue una metodología, el Marketing es una herramienta; como un martillo que se puede usar para colocar un clavo en su lugar tanto como para destrozar una pared ajena.
Algunos Managers del Marketing optan por tácticas terroristas y contratan a "Trolls" para sabotear, boicotear campañas de la competencia. Los Trolls son sumamente peligrosos y difíciles de reconocer, puesto que pasan como clientes o consumidores potenciales. Lo más típico de estos piratas del mercado es que generan opinión negativa sobre los productos o servicios que ofrece una empresa, inventan falsas experiencias, dan testimonios ficticios y contagian la peste hacia el público objetivo.


La forma más sencilla de reconocer a estos pícaros es que se encuentran en puntos donde se toma la decisión de compra. Si sospechosamente una persona frecuenta un lugar y con la misma actitud y palabras, es lógico que no es obra y gracia de la casualidad.

Jamás se debe contrarrestar el ataque de los Trolls de forma directa, porque eso demostraría desesperación. Las mejores tácticas son contratar "Trolls" para vengarse de la competencia y que estos generen opiniones positivas hacia la propia empresa, una campaña publicitaria basada en contrastes y en credibilidad también es una excelente alternativa contra cualquier guerra sucia.

La esencial diferencia entre un Marketing ético y el anti-ético es que el Marketing ético propone estrategias y desempeña tácticas cuyo efecto va a perdurar en el tiempo. Por el contrario, el Marketing negro puede tener efectividad a corto plazo, pero al final va desapareciendo su efecto.Hay cosas que cambian, pero hay otras que nunca van a cambiar. Innovemos con ética, innovemos todo el tiempo.

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