martes, 15 de noviembre de 2011

Imagen Corporativa versus Reputación de la Empresa


Se entiende que toda empresa tiene una identidad corporativa por sí sola, es la percepción que tiene una empresa sobre ella misma, en donde su nombre (marca) y sus estrategias establecen una diferenciación primaria de las demás empresas competidoras, y constituye el verdadero eje en torno al que gira la organización.
A través de los años, la mayoría de las empresas se han enfocado en mejorar su imagen corporativa, que consiste en que la identidad de la empresa logre tener un impacto en su público meta.











Las empresas pueden cambiar mucho en cuanto a lo que tecnología y diseño se refiere, pero el único factor común que se mantiene es la ética y la cultura específicas. Si se acepta de esta manera, los términos de identidad de la empresa no varían, sino que  más bien evolucionan.

Una de las mejores maneras de elaborar una imagen corporativa adecuada, es reconocer, estudiar y extraer símbolos culturales, rasgos cotidianos, valores y creencias y todos los comunes denominadores del público meta, para plasmarlos en elementos conceptuales en el logo, slogans y todo aspecto que englobe a la publicidad, marketing, recursos humanos y comunicaciones en general.

Siguiendo estos pasos correctamente, el desarrollo de la imagen corporativa de la empresa no solamente va a lograr una mayor identidad corporativa (imagen de la empresa sobre sí misma, imagen de la empresa con respecto a los integrantes de la misma), sino que también va a lograr una identidad con el público meta (el público meta no es lo mismo que el segmento de mercado, la diferencia es que el público meta se compone por un grupo humano que se encuentra situado en cierto lugar, con una cierta cultura que los caracteriza, en cambio el mercado es un conjunto de personas que tienen una misma necesidad, es cuestión de enfoque y lo que aquí importa es el público meta), lo cual es clave para incrementar el valor de la empresa, ampliar la cartera de clientes y para retener y fidelizar a clientes poco frecuentes y clientes potenciales.
Pero hoy en día el término "imagen corporativa" está quedando corto, ya que la mayoría de las empresas se han concentrado en proyectar una imagen de la empresa "como la quiere ver el público" y no una "verdadera imagen de la empresa". Ambas deben ser coherentes, sino, como consecuencia se generaría un descontento en el público que se llega a traducir en insatisfacción, que generan opiniones negativas sobre la empresa y causan una mala imagen. Es necesario cambiar el concepto de "imagen corporativa" por el nuevo concepto de "reputación de la empresa".

La imagen es una representación que exalta la existencia de la empresa, en cambio la reputación es la consecuencia de la trayectoria que la empresa ha tenido, está teniendo y por ende va a tener. Una empresa debe dar prioridad a los valores con los que trabaja, muy por encima de la imagen que desea proyectar, porque la constancia de los hechos es superior a la sugestión de un artificio. No es lo mismo que la empresa se vea bien, a que la empresa sea buena. ¿No les parece? Lo ideal sería que se logren ambas cosas, pero lo primero es lo primero: reputación por encima de imagen, valores por encima de cultura. Esta es la fórmula más barata de crear una verdadera y legítima imagen corporativa:
- La empresa no debe tener empleados, debe tener clientes internos. Por ende, todo cliente interno debe hacerse marketero de la empresa, es decir, tener una participación y una remuneración (comisión, bono o regalía) basada en el total de la utilidad de la empresa.
- La empresa no debe buscar solamente símbolos culturales de su público para crear su imagen corporativa, sino que también tiene la misión de comunicar sus valores internos a su público meta, esto se puede hacer perfectamente mediante símbolos culturales para crear una comunicación sin ruidos, pero el mensaje debe partir de la empresa, no del público.
. La misión de una empresa no se basa en su rentabilidad, sino en cubrir y satisfacer una necesidad en el mercado, para generar un beneficio que impulse el desarrollo de su entorno social. El lucro es consecuencia de una buena obra, no la causa.
- La publicidad que maneja la empresa debe basarse en ofrecer un producto o servicio, no debe basarse en crear expectativas.
- La imagen corporativa real de la empresa se basa directamente en la percepción que tenga el cliente final sobre la utilización del producto o servicio que ofrece la empresa, y también del trato que recibe éste de los integrantes de la empresa.
- La empresa debe realizar una estructuración de valores éticos en su planificación estratégica, juntamente con la misión y visión empresarial, y todo integrante de la empresa debería hacerse cargo de mantenerlos.
- Lo demás es relleno y artificios estéticos que hacen ver mejor a la empresa, pero no la hacen mejor por sí mismos.
- Los directivos y gerentes de la empresa deben considerar que una gran parte de las utilidades obtenidas sirven para realizar una re-inversión que haga posible efectuar diagnósticos y mejoras en todos los procesos y áreas de la empresa. Esto, a largo plazo, multiplica las utilidades de la empresa juntamente con el valor de la empresa que se basa en el beneficio social que otorga en su oferta de productos o servicios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario